sábado, 16 de marzo de 2013

EL MINISTERIO DEL ESPIRITU SANTO



EL MINISTERIO DEL ESPIRITU SANTO
2 Cor. 3:3-18
INTRODUCCIÓN: Uno de los temas de mayor relevancia en estos últimos tiempos es, el  Espíritu Santo. Sin embargo, pensamos del Espíritu Santo sólo como una manifestación de poder en lo milagroso, y no como una Persona con múltiples facetas que ha beneficiado a la iglesia de Dios con los diversos ministerios del Espíritu.
Pero todo creyente necesita saber de los ministerios del Espíritu Santo, para ver todos los beneficios que todo cristiano puede experimentar en su vida. Es lamentable que muchos cristianos le atribuyen al Espíritu Santo sólo el de hacer “milagros” o el de “otorgar dones” y se olvidan o desconocen otros ministerios del Espíritu.
El poder del Espíritu Santo se puede ver también en las acciones de su voluntad, cuando dirige las actividades de los que sirven a Dios. Por ejemplo, una muestra de su poder se puede ver cuando:       
·         Prohibió a Pablo predicar en Asia (Hch. 16:6-11)
·         Predicamos el evangelio (1 Te. 1:4-5)
·         Practicamos la vida cristiana (2 Ti. 1:7; Gál. 5:16; Ef. 3:17; 5:18)
El Espíritu es idéntico en Sus Pensamientos. Es el Espíritu que obra en conformidad a la Palabra de Dios (Jn. 16:12-15; 2 P. 1: 20-21; Ro. 8:27; 1 Co. 2:10, 11-13). Podemos decir que es el Espíritu que:
·         Regenera al Pecador (Tit. 3:4-5)
·         Redarguye de pecado (Jn. 16:8-9)
·         Recuerda todas las cosas (Jn. 14:26)
·         Revela los misterios de Cristo (Ef. 3:3-6)
Es el Espíritu que posee Personalidad y esto implica que el Espíritu tiene:
·            Intelecto. (1 Co.2:10-11,13; Ef. 1:17; Ro.8:27; Is. 11:2)
·            Emociones.(Ef. 4:30; Ro. 15:30)
·            Voluntad. (1 Co. 12:11; 16:6-11)
El Espíritu Santo iba a estar en y con los discípulos con el propósito y el ministerio de ayudarles en todas las esfera de la vida. Pero, cuáles son esos ministerios del Espíritu?      
Cómo nos ayuda el Espíritu Santo hoy?
   I. Su Ignorancia: (Jn. 16:12-13; 14:26)
A.  Impartiendo Conocimiento.
La gran mayoría de los discípulos fueron ignorantes, hombres sin letra que nunca habían pasado por una académica rabínica. Por tal motivo, Cristo nunca sobrecargó a ellos con enseñanzas que no podían entender, pero el Espíritu Santo les ayudaría en esa ignorancia para que tengan un Conocimiento pleno de todas las cosas que pertenecen a Cristo y a Su obra, a las promesas dada a ellos y a todo lo concerniente al futuro.
II.  Su Interpretación: de las Escrituras: (Jn. 12:16; 14:26; 16:15)
B. Impartiendo Comprensión.
Una de las cosas que a los discípulos más les contó entender, fue el hecho de que el Mesías prometido tenga que morir. En Lucas 24:25 Cristo les llamó: “insensatos” o falto de entendimiento. Pero el v. 45 de Lucas dice: Entonces les abrió el Entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras.
Todo lo que Cristo enseñó a ellos iba a ser aclarado por el ministerio del Espíritu Santo.  Juan 20:9 (1 Co. 2:13). Este ministerio del Espíritu es imprescindible en la hora de estudiar y meditar en la Palabra de Dios.
En estos días de tantos vientos de doctrinas erróneas, necesitamos conocer la diferencia entre la doctrina de Dios y doctrina de demonios. El apóstol Juan escribió al final de sus días: Porque muchos engañadores han salido por el mundo, que no confiesan que Jesucristo ha venido en carne. Mirad por vosotros mismos, para que no perdáis el fruto de vuestro trabajo, (2 Jn. 7-8).
III. Su Indiferencia: (Jn. 15:26-27
C. Impartiendo Coraje.
El contexto habla de todo lo que ellos iban a enfrentar en el mundo, con toda su hostilidad y aborrecimiento. Pero aún en las pruebas más dura y en la persecución más difícil, ellos tenían que dar testimonio de todo lo que habían visto y oído acerca del Señor y de su obra consumada.
Pero este testimonio no iba a ser en sus fuerzas ni en su osadía, sino en el coraje y en valor dado por el Espíritu Santo. Ellos iban a denunciar pecado y el destino del pecador en el poder del Espíritu Santo obrando en ellos. A propósito de esto el apóstol Pablo nos recuerda que Dios no nos dio Espíritu de cobardía sino de poder (2 Ti. 1:7).
Hoy más que nunca necesitamos del coraje que viene del Espíritu de Dios para denunciar el pecado, para declarar nuestra fe en Cristo en la sociedad, en la escuela, a nuestros amigos y familiares. Necesitamos estar revestido de ese coraje que viene del Espíritu para hacer más eficaz el evangelio de Cristo. Los apóstoles habían orado por más coraje en Hechos 4:23-31. Dice: Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios. (v.31).
IV. Su Intercesión en la oración: (Ro. 8: 26-27) 
D. Impartiendo Convicción.
Una de las cosas más difícil para el creyente es saber cuando estamos pediendo conforme a la voluntad de Dios. Para esto Pablo nos dice: “Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu
 Intercede por nosotros con gemidos indecibles” (v.26).
Tenemos aquí tres cosas que nos ayuda a ver de qué forma el Espíritu cumple su ministerio en la oración a favor del creyente:
·         Su Intercesión.
·         Su Indecibles gemidos.
·         La Intención del Espíritu.
Esa convicción que todos necesitamos tener en la hora de orar a Dios y de pedir las cosas conforme a Su voluntad, viene la ayuda en nuestra debilidad por medio de Su Intercesión, de Su Indecibles gemidos y de la Intención del Espíritu para dictarnos la oración en la manera en que Dios quiere que lo hagamos.
V. Su Inseguridad: (Ro. 8:14-16).
E. Impartiendo Certeza.
 Quizás este es uno de los ministerios más importante del Espíritu Santo en la vida de un creyente. Saber que somos hijos de Dios es el resultado de lo que yo creó y de la certeza que viene del Espíritu de Dios a nuestro espíritu. El Espíritu Santo confirma en la vida misma del creyente la Posición que ocupamos dentro de la familia de Dios y las Posesiones que compartimos como herederos del Padre. Esta certeza viene a la vida de todo aquel que ha confiado en Cristo, y la garantía de esta salvación está sellada por el Espíritu Santo de la promesa, que es la arras de nuestra herencia (Ef. 1:13-14).     
  VI. Su Insensibilidad: hacia el pecado (Ef. 4:30)  
F. Impartiendo Contrición.
Cuando hablamos de “Insensibilidad” estamos hablando de una vida que ha perdido la capacidad susceptible a la Presencia del Espíritu Santo de Dios, y al Pecado en su vida. Estamos hablando cuando pecamos y del pecado no confesado que hace que perdamos toda sensibilidad hacia la Presencia del Espíritu Santo de Dios.

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