domingo, 15 de julio de 2012

PORQUE Y PARA QUE MINISTRAR?


PORQUE Y PARA QUE MINISTRAR?
Lucas 10:1-12
INTRODUCCION: En Lucas 10, el Señor Jesús, habló de rogar al Señor de la mies para qué enviara obreros a su mies, hoy en día hay por el mundo muchos obreros, predicadores, evangelistas y hasta “profetas” y “apóstoles” que predican el evangelio, pero pregunto qué evangelio y porque y para qué?
En primer lugar tenemos que ver el motivo que cada uno tiene, habrá alguno que anhela la salvación de las almas, el que siente dolor por los perdidos, el que anhela la pronta venida del Señor, el que se mantiene fiel al mensaje evangélico de Jesucristo.
Pero hay algunos, que empezaron bien con nobles propósitos, pero pronto se dejaron seducir por el deseo de tener iglesias más grandes, con mayores recursos, con mejores lugares, con mejor orquesta “para alabar al Señor” pero dice 1 Timoteo 1:6-7 de las cuales cosas desviándose algunos, se apartaron a vana palabrería, 7queriendo ser doctores de la ley, sin entender ni lo que hablan ni lo que afirman.
Otros mas, sedientos de fama y renombre se autodenominan, buscan aparecer en los canales de tv, “predicando el evangelio”, un evangelio que no le interesa a los que se están perdiendo porque no los ven porque cuando llegan con su sarta de mentiras cambian de canal. Ellos no predican al mundo perdido, predican a los cristianos de las congregaciones y para qué? Para infiltrar sus doctrinas de engaño 2 Timoteo 4:3-4.
A QUE ESTAMOS LLAMADOS LOS ESCOGIDOS DE DIOS
Mateo 24:9-14
En primer lugar a Soportar Vs. 9-10 tribulaciones, odio de los demás, a permanecer fieles a la palabra de Dios, a amar al prójimo, a guardarnos de los falsos maestros, a mantenernos firmes en nuestra profesión de fe y a contribuir predicando el evangelio verdadero.
1 Corintios 12:1-11
Los cristianos, somos dotados por el Espíritu Santo, con dones y talentos, los cuales son dados para ministrarlos a otros, para que nos animemos unos a otros a continuar, a permanecer a santificarnos y a amar a Dios y a nuestro prójimo.
1 Corintios 13:1-4
La característica fundamental de todo hijo de Dios, debe ser el amor, si Dios es amor, sus hijos no podemos ser inferiores a lo que es nuestro padre. Por lo tanto, en este tiempo tan difícil, es importante entender porque y para que hacemos las cosas, ¿buscando recompensas económicas?, ¿ser reconocidos como hombres de Dios?, ¿obtener fama, y fortuna? ¿Amasar grandes cantidades de dinero?, ¿buscar respeto y honra de los demás?
A veces cuando hablamos, sonamos como una campana tilín tilín, pero a nuestro sonido le falta la fuerza del amor.
A veces cuando oramos, repetimos y repetimos, pero nuestra oración no sale de lo profundo del corazón, si no se arraiga, si no sale de las entrañas, entonces no tiene la fuerza suficiente para llegar a los oídos de Dios.
Las pocas veces cuando hablamos del evangelio, lo hacemos sin la convicción de que la palabra de Dios tiene el poder para cambiar vidas, quebrantar rocas, cambiar corazones, sanar enfermos, resucitar muertos, libertar cautivos.
CONCLUSION
A nuestra vida cristiana le hace falta la fuerza del amor de Dios, no porque no lo hayamos recibido, sino porque no hemos sido capaces de expresarlo, a veces pueden mas nuestros pensamientos egoístas, nuestros intereses, que los intereses de Dios, amemos mas y quejémonos menos, amemos mas y dejemos que el Espíritu Santo se deje sentir en cada oración en cada predicación, en cada ministración.