SIETE GRANDIOSAS
BENDICIONES RELACIONADAS CON EL ESPÍRITU SANTO
Examinaremos
siete grandiosas bendiciones relacionadas con el Espíritu Santo, asignándonos
la grata tarea de examinar cada una como si fuera un regalo de incalculable
valor, pues en verdad lo es, y mucho más, en términos espirituales.
1. El
bautismo en, o con, Espíritu Santo - Mateo 3:11
Este
pronunciamiento Juan el Bautista se lo hace a todos los que se presentaban para
el bautismo que él administraba, no distinguiendo entre los que serían los
apóstoles de Jesucristo y los demás que se hicieran discípulos del Señor.
Jesucristo,
antes de ascender y sentarse a la diestra de Dios en el cielo (Hechos 2:32-36).
En el mismo día de su ascensión, mandó "a los apóstoles" que "no
se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre... Porque Juan
ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu
Santo dentro de no muchos días" (Hechos 1-5). Este bautismo en Espíritu
Santo que recibirían los discípulos se define en Hechos 1:8 "...cuando
haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo". Este bautismo los capacitó
para predicar "las maravillas de Dios" (Hechos 2:11)
2. La
"promesa" del Espíritu Santo. Hechos 2:33-39.
Dios
ha dado la preciosa promesa de “dar” el Espíritu Santo a quien se lo pida, y
esto debe convertirse en el anhelo de la vida del creyente, para poder empezar
a vivir una vida verdaderamente victoriosa.
El
derramamiento del Espíritu de Dios fue prometido para "toda carne",
es decir, "toda la humanidad".
Otra
característica importante de este derramamiento profetizado es que rompería
todas las barreras y restricciones sociales.
"Toda
carne" no tendría límites de edad ni sexo; los hijos y las hijas
profetizarían. Los ancianos tendrían sueños proféticos y los jóvenes verían
visiones proféticas. Es más, el Espíritu Santo sería derramado en abundancia
sobre los esclavos. Esto era algo nuevo. Grandes multitudes de esclavos
existían en los tiempos antiguos y no tenían derechos. Los judíos de entonces
no podían creerlo. Su interpretación era "los siervos de Dios" no
"esclavos". Los fariseos odiaban a la gente común de Israel, y aun
más a los esclavos (Juan 7:49).
Dios
es un Dios bueno. Su propósito siempre ha sido bendecir a todos (Génesis 12:3;
22:18; Juan 3:16). Así que, Joel aclaró que el derramamiento del Espíritu es
para todos: judíos y gentiles, ricos y pobres, jóvenes y ancianos, educados y
analfabetos, sin tener en cuenta el sexo, la raza, el color ni el origen
nacional.
3. "El
don del Espíritu Santo." Hechos 2:38. - 1 Corintios 12:1-12
El
verdadero mensaje que necesitamos predicar en este tiempo es un llamado a
evidenciar más el ministerio del Espíritu Santo en nuestros servicios. Es un
gozo y privilegio para el creyente, y una fuente de vida para la congregación,
ser usado por el Espíritu Santo para el ministerio a través de los dones. Los
creyentes en Corinto demostraron tanto entusiasmo que Pablo tuvo que
corregirlos. Antes de criticar a los creyentes de Corinto, tal vez debamos
preguntarnos si nuestra falta de entusiasmo se debe criticar también. ¡Que Dios
nos dé a cada uno de nosotros un hambre por la presencia rebosante de su
Espíritu Santo demostrada por sus dones!
4. El
"testimonio" del Espíritu Santo. Romanos 8:16
El
Espíritu Santo vive en nosotros para revelar lo que es verdadero y lo que es
falso. El habla con una voz quieta, suave, en lo profundo del corazón. Muchos
de nuestros antepasados creyeron en este funcionar del Espíritu en los
creyentes. Ellos predicaron mucho sobre “teniendo el testimonio”. Pero yo no
escucho que esta verdad siga siendo predicada. ¡En realidad, el testimonio del
Espíritu virtualmente nunca ha sido escuchado en la mayoría de las iglesias de
hoy día!
Los
creyentes necesitan el testimonio del Espíritu como nunca antes. ¡Y lo vamos a
necesitar más y más a medida que el día del Señor se acerca! Satanás ha venido
descaradamente como un ángel de luz para engañar, si fuere posible, aun a los
escogidos. Sus seducciones malvadas se manifestarán: falsas doctrinas, falsos
maestros, falsos evangelios.
5. "La
comunión del Espíritu Santo." 2 Corintios 13:14.
A.
Nosotros no somos capaces para la lucha que tenemos que sostener contra las
fuerzas malignas (Efesios 6:12,13).
B.
El Espíritu Santo nos provee de un arma para el contra ataque (Efesios 6:17).
[Recuerde que la espada NO es el Espíritu Santo].
C.
El Espíritu Santo nos ayuda a dejar de practicar el pecado (Romanos 8:12,13).
1. El fortalece nuestro
espíritu (Efesios 3:16). Note que es correcto pedir que Dios nos fortaleza en
el hombre interior con poder por medio del Espíritu Santo.
2. Solamente por medio del
Espíritu nos es posible vivir como queremos (Gálatas 5:16,17).
3. El requisito de la ley, una
vida santa, se realiza solamente en aquellos que anda por el Espíritu (Romanos
8:4).
D.
El Espíritu Santo transforma nuestras vidas a la imagen de Cristo (II Corintios
3:18).
E.
El Espíritu Santo produce en nosotros la clase de vida que todo mundo quisiera
tener: una vida de "amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
mansedumbre, y templanza" (Gálatas 5:22,23).
6. El
sello del Espíritu Santo. Efesios 1:13
El
Espíritu Santo es conocido como el “depósito,” el “sello,” y las “arras” en los
corazones de los cristianos (2 Corintios 1:22; 5:5; Efesios 1:13-14; 4:30). El
Espíritu Santo es el sello de Dios sobre Su pueblo, Su derecho sobre nosotros
como Su propiedad. La palabra griega traducida como “arras” en estos pasajes es arrhabōn que significa “prenda,” esto es, parte
del dinero de la compra o propiedad dada como enganche o anticipo para
garantizar la seguridad de lo que resta. El don del Espíritu a los creyentes,
es el pago inicial de nuestra herencia celestial, que Cristo prometió y aseguró para nosotros
en la cruz. Debido a que el Espíritu nos ha sellado, estamos seguros de nuestra
salvación. Nadie puede romper el sello de Dios.
7. La
"unción" del Espíritu Santo. 1 Juan 2:20-27
Cuando
recibimos a Jesús como Señor de nuestras vidas (Romanos 10:9, 10), es impartida
a nosotros "la unción del Santo". (1Juan 2: 20, 27, 2Corintios 1:
21,22)
Cuando
fuimos sumergidos (bautizados) en el Espíritu Santo, recibimos la unción del
Señor Jesús para rendir servicio santo como testigos de su resurrección. La
unción es el poder de lo alto que recibimos para uso en nuestras vidas diarias.
Mas importante, la unción es para ministrarle la presencia y poder de Dios a1
cautivo. ¡Somos ministros del Espíritu o la unción! (2Corintios. 3: 3-8) Es la
unción que destruye ataduras, libera del cautiverio, sana los enfermos, quita
las cargas, trae vida, paz (plenitud completa donde nada falta y nada queda
roto), y victoria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Su opinión es importante para nosotros, por favor, háganosla saber