UN CONTRASTE ENTRE LA FIDELIDAD Y LA AMARGURA

UN CONTRASTE ENTRE LA FIDELIDAD Y LA AMARGURA

TEXTO: 1 SAMUEL 18

INTRODUCCION: en este pasaje se encuentra un marcado contraste en lo que es el amor y el odio. Dios puede poner personas en nuestro entorno, los cuales pueden llegar a amarnos y hasta el punto de entregar su vida por nosotros, como en el caso del amor de Jonathan por David.

1.       AMOR DE JONATHAN Vs. 1-5

Amó Jonathan a David como a sí mismo, y en las dificultades le demostraba fidelidad, esta es la palabra más importante que se desprende del amor. Cualquier persona puede decir: YO TE AMO, pero no están dispuestos a demostrarlo, entonces llegan a ser solo palabras, como cuando un esposo dice a su esposa que la ama pero tiene a otra.

2.       COMO SE LLEGA AL ODIO Vs. 7

A.      La alabanza de las mujeres a David produjo en primer lugar envidia que llevó a enojo vs. 8 y llevo a Saúl a tener resentimiento por David, entonces se incubaba el odio.

B.      Cuando una persona alberga odio en su corazón y se aparta de Dios, Dios puede enviarle un espíritu malo para que le atormente, como en este caso o también como en vs. 24 de Romanos 1, los entrega a la inmundicia, o a una mente reprobada como en el vs. 28.

C.      El odio puede también llevar a la manifestación de un espíritu de muerte, también en Saúl que intentó matar a David en dos oportunidades.

D.      Las maquinaciones, también son producto del odio Vs. 22, ya que en el mismo texto podemos notar que al haber fracasado en su intento de darle muerte, Saúl entonces trata de ganarlo como aliado prometiéndole falsamente el matrimonio con su hija. La palabra dice en Hechos 8.20-22 que debe ser perdonado el pensamiento del corazón.

E.       Las trampas. Saúl, luego de ver todos sus planes fracasados, porque la mano de Jehová estaba con David, entonces se inventa una “dote” ridícula que consiste en 100 prepucios de filisteos, vs. 25, pero David confiando en Dios entonces puso no 100 sino 200. Gloria a Dios. Aleluya.

CONCLUSION: Un hombre temeroso de Dios, no debe tener temor de sus enemigos, puesto que cuando estamos bajo la protección de Dios, ningún hombre o demonio o circunstancia deberá robarnos la paz y la seguridad que tenemos en el Señor.

Pr. Octavio Buitrago