domingo, 10 de noviembre de 2013

LA DOCTRINA BIBLICA DEL INFIERNO



¿Es el Infierno un Tormento Eterno Consciente?

Existen algunos grupos de cristianos y muchos cultos que niegan la idea de que el infierno, en sentido general, significa eterno castigo consciente. Algunos sostienen que el eterno castigo de Dios es la aniquilación o la no existencia del infierno. Otros dicen que es temporal y que eventualmente, todos serán salvos del infierno.
Tal vez la objeción más común es la de que un Dios amoroso nunca castigaría a las personas atormentándolas eternamente.
Estamos de acuerdo en que Dios es amor (1 Jn 4:8), pero Él es también justo (Neh 9:32-33; 2 Ts 1:6) y eterno (Sal 90:2; 1 Ti 1:17). Dios castiga al hacedor de maldad (Is 11:13) y este castigo será eterno. Pero la pregunta permanece.

¿Es éste un lugar de tormento consciente o no?
Existen versículos que pueden ser interpretados para sostener la idea de que los muertos no están conscientes: Eclesiastés 9:5: “…pero los muertos nada saben,…”4 y Salmo 146:4: “…En ese mismo día perecen sus pensamientos.” Estos son buenos ejemplos. Otros versículos comparan a los muertos con el dormir: Hechos 13:36; 1ª Corintios 15:1-6; 1ª Tesalonicenses 4:13; pero estos últimos versículos escasamente comparan la similitud entre la apariencia de los muertos y la apariencia de alguien durmiendo.

Los Muertos están Conscientes Después de la Muerte

Los malvados descienden vivos al Sheol
Números 16:30, 33: “Mas si el Señor hiciere algo nuevo, y la tierra abriere su boca y los tragare con todas sus cosas, y descendieren vivos al Seol, entonces conoceréis que estos hombres irritaron al Señor…33 Y ellos, con todo lo que tenían, descendieron vivos al Seol, y los cubrió la tierra, y perecieron de en medio de la congregación.”

Lanzados a la oscuridad externa con llanto y crujir de dientes
Mateo 8:12: “mas los hijos del reino serán echados a las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.”

Aquellos echados al fuego sufrirán conscientemente
Mateo 13:41-42: “Enviará el Hijo del Hombre a sus ángeles, y recogerán de su reino a todos los que sirven de tropiezo, y a los que hacen iniquidad, 42 y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes.” Mateo 13:50. y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes.

Echados a un fuego tormentoso
Apocalipsis 14:9-11: “Y el tercer ángel los siguió, diciendo a gran voz: Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano, 10 él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero; 11 y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre.” Apocalipsis 21:8. Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda
El infierno es un lugar de fuego eterno y castigo

Fuego inextinguible
Mateo 3:12: “Su aventador está en su mano, y limpiará su era; y recogerá su trigo en el granero, y quemará la paja en fuego que nunca se apagará.”

Infierno de fuego
Mateo 5:22: “…y cualquiera que le diga: Fatuo; quedará expuesto al infierno de fuego.” Mateo 5:29, 30. Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno. 30 Y si tu mano derecha te es ocasión de caer, córtala, y échala de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno.

Infierno ardiente
Mateo 18:8-9: “Por tanto, si tu mano o tu pie te es ocasión de caer, córtalo y échalo de ti; mejor te es entrar en la vida cojo o manco, que teniendo dos manos o dos pies ser echado en el fuego eterno. 9 Y si tu ojo te es ocasión de caer, sácalo y échalo de ti; mejor te es entrar con un solo ojo en la vida, que teniendo dos ojos ser echado en el infierno de fuego.”

Fuego Eterno
Mateo 25:41: “”Entonces dirá también a los de la izquierda: ‘Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles.’”
Judas 7: “como Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que aquéllos, habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza, fueron puestas por ejemplo, sufriendo el castigo del fuego eterno.”

Castigo Eterno
Mateo 25:46: “E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.”

La palabra “eterna(o)” en ambos lugares es “aionios” que significa:
1) Sin principio y fin: lo que siempre ha sido y siempre será;
2) Sin principio;
3) Sin final, nunca cesará, será eterno. La palabra “castigo” es la palabra “kolasis” y esta significa “castigar, con la implicación que resulta en severo sufrimiento; castigar, castigo.” 

Lago de Fuego
Apocalipsis 20:15: “Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.”

sábado, 7 de septiembre de 2013

31 VIRTUDES PARA LA ORACION



TREINTA Y UN VIRTUDES PARA LA ORACION
1.       Salvación. Señor, que tu amor se manifieste en mi vida para que obtenga la salvación que es en Cristo Jesús.
2Timoteo 2:10 Por tanto, todo lo soporto por amor de los escogidos, para que ellos también obtengan la salvación que es en Cristo Jesús con gloria eterna.
2. Crecimiento en Gracia. Padre, ayúdame a crecer en el conocimiento y la gracia de nuestro Señor Jesucristo.
2Pedro 3:18 Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén.
3. Amor. Concédeme vivir una vida de amor, lleno del Espíritu Santo.
Gálatas 5:25 Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu.
Efesios 5:2 Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.
4. Honestidad e Integridad. Padre, que la integridad y la Honestidad sea la protección de mi vida.
    Salmos 25:21 Integridad y rectitud me guarden, Porque en ti he esperado.
5. Dominio Propio, ayúdame a ser alerta y tener dominio propio en todo lo que haga.
    1Tesalonicenses 5:6 Por tanto, no durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios.
6. Amor por la Palabra de Dios. Señor, quiero aprender que Tu Palabra es más preciosa que el oro y más dulce que la miel.
Salmos 19:7 La ley del Señor es perfecta, que convierte el alma; El testimonio del Señor es fiel, que hace sabio al sencillo. ...Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado; Y dulces más que miel, y que la que destila del panal.
7. Justicia. Dios, ayúdame a amar la justicia para que actúen justamente en todo lo que hagan.
Miqueas 6:8 Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide el Señor de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios.
8. Misericordia. Señor, quiero ser misericordioso con los demás, como tu eres Padre de Misericordia.
Lucas 6:36 Sed, pues, misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso.
9. Respeto (a si mismos, a otros, y a las autoridades) Padre, concédeme tratar a los demás con el respeto que tu Palabra demanda.
1Pedro 2:17 Honrad a todos. Amad a los hermanos. Temed a Dios. Honrad al rey.
10. Autoestima Bíblica. Señor, ayúdame a tener una autoestima saludable, basada en la realidad de que son hechura de Dios, creados para buenas obras en Cristo Jesús.
Efesios 2:10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
11. Fidelidad. Dios, que el amor y la fidelidad nunca se aparten de mi, sino que estén siempre escritas en mi corazón.
Proverbios 3:3 Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad; Átalas a tu cuello, Escríbelas en la tabla de tu corazón;
12. Valor, Padre, ayúdame a ser fuerte y valiente en carácter y acciones.
    Deuteronomio 31:6 Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis miedo de ellos, porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará.
13. Pureza. Señor, crea en mi un corazón limpio, que se manifieste en mis acciones.
    Salmos 51:10 Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, Y renueva un espíritu recto dentro de mí.
14. Gentileza. Dios, enséñame a ser amable con los demás.
1Tesalonicenses 5:15 Mirad que ninguno pague a otro mal por mal; antes seguid siempre lo bueno unos para con otros, y para con todos.
15. Generosidad. Padre, concédeme un corazón generoso y dispuesto a compartir, para que haga tesoros en el cielo.
1Timoteo 6:18 Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos; 19 atesorando para sí buen fundamento para lo por venir, que echen mano de la vida eterna.
16. Pacificadores. Señor, ayúdame a esforzarme siempre por traer paz a cada circunstancia.
Romanos 14:19 Así que, sigamos lo que contribuye a la paz y a la mutua edificación.
17. Gozo. Dios, lléname del gozo del Espíritu Santo.
1Tesalonicenses 1:6 Y vosotros vinisteis a ser imitadores de nosotros y del Señor, recibiendo la palabra en medio de gran tribulación, con gozo del Espíritu Santo.
18. Perseverancia. Señor, enséñame a perseverar en todo lo que haga, para que corra con paciencia la carrera que tengo por delante.
Hebreos 12:1 Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante,
19. Humildad. Dios, por favor cultiva en mí la habilidad de mostrar una humildad verdadera hacia todos.
Tito 3:2 Que a nadie difamen, que no sean pendencieros, sino amables, mostrando toda mansedumbre para con todos los hombres.
20. Compasión.  Señor, por favor revísteme con la virtud de la compasión.
Colosenses 3:12 Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia;
21. Responsabilidad. Padre, concédeme el ser responsable, para aprender a levar la carga que me corresponde.
Gálatas 6:5 porque cada uno llevará su propia carga.
22. Contentamiento. Dios, enséñame el don de tener contentamiento en cada circunstancia.
Filipenses 4:12 Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. 13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
23. Fe. Oro que la fe crezca y se arraigue en mi corazón para que por ella pueda recibir lo que me has prometido.
Lucas 17:5 Dijeron los apóstoles al Señor: Auméntanos la fe. 6 Entonces el Señor dijo: Si tuvierais fe como un grano de mostaza, podríais decir a este sicómoro: Desarráigate, y plántate en el mar; y os obedecería.
24. Corazón servicial. Señor, ayúdame a desarrollar un corazón servicial para que sirva de todo corazón, como sirviendo al Señor.
Efesios 6:7 sirviendo de buena voluntad, como al Señor y no a los hombres
25. Esperanza. Que el Dios de toda esperanza me conceda vivir lleno de esperanza por el poder del Espíritu Santo.
Romanos 15:13 Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo.
26. Disposición y Habilidad para Trabajar. Enséñame, Señor, a valorar el trabajo para que lo haga con todo su corazón, como para el Señor, y no para los hombres.
Colosenses 3:23 Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres;
27. Pasión por Dios. Señor, por favor lléname de un corazón que busca a Dios apasionadamente.
Salmos 63:8 Está mi alma apegada a ti; Tu diestra me ha sostenido.
28. Autodisciplina. Padre, ayúdame a adquirir disciplina para vivir prudentemente, haciendo lo que es correcto y justo.
Proverbios 1:3 Para recibir el consejo de prudencia, Justicia, juicio y equidad;
29. Dedicados a la Oración. Señor, inclina mi corazón a la oración, para que mi vida sea marcada por el Espíritu Santo.
Efesios 6:18 orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos;
30. Gratitud. Señor, ayúdame a vivir una vida que reboce gratitud, dando gracias
Efesios 5:20 dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.
Colosenses 2:7 arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracias.
31. Corazón misionero. Padre, lléname con el deseo de ver tu Gloria manifestada en las naciones.
Salmos 96:3 Proclamad entre las naciones su gloria, En todos los pueblos sus maravillas.
Pr. Marco Barrientos

domingo, 25 de agosto de 2013

“MENTE CAUTERIZADA”



“MENTE CAUTERIZADA”
TEXTO: 1 TIMOTEO 4: 1 – 5
Cuando el Espíritu Santo vino a nuestro corazón, la mente o conciencia nuestra, que estaba dormida, despertó, y comenzó a funcionar, entonces cada vez que hemos cometido un pecado, o faltado al Señor, la conciencia nos ha reprochado. En tal caso, lo que procede, inmediatamente, es confesar el pecado y pedir perdón. Lo que procede es tomarse de la preciosa sangre del Señor, para que el pecado sea perdonado y la conciencia sea descargada.
La mente o la conciencia es tan sensible que normalmente nos está amonestando cada vez que hacemos algo que desagrada al Señor. Pero hay veces en que nos cansamos de obedecer a la conciencia. Y entonces argumentamos contra ella a favor de nosotros. Y esto se repite una y otra vez.
Entonces llega un momento en que la conciencia deja de hablar. Y, de ahí en adelante, cuando el cristiano obra mal, a él le parece que obra bien. Y si en la familia tuvo un problema con la esposa o con los hijos, no ve necesario pedir perdón. Y si le faltó el respeto al jefe en el trabajo, ya no ve necesario pedirle perdón. Se escabullirá, la dará una sonrisa amable… para no pedir perdón. Y entonces, la conciencia aletargada, entumecida, ya no reacciona, y llega un momento en que está cauterizada.

LA MENTE O LA CONCIENCIA SE CAUTERIZA POR:
• Hábitos de Pecados que están arraigados en nuestra vida.
• Por falta de perdón hacia una determinada persona
• Por el acomodamiento Espiritual.
• Por la falta de comunión diaria con el Señor.
• Etc, etc.
Uno podría pensar que un cristiano con una conciencia cauterizada es un cristiano silencioso. Pero no es así. Un cristiano puede tener la conciencia cauterizada, y por causa de que tiene dones, puede seguir predicando, puede seguir testificando, puede seguir orando, es decir, puede seguir haciendo lo mismo de siempre. Está funcionando por los dones, no por la vida. Sus palabras naturalmente no bendecirán, porque no tienen respaldo de vida. Es sólo un címbalo que retiñe.
Los cristianos tenemos una batalla permanente dentro de nosotros, y es ésta: tenemos que mantener la fe y buena conciencia. Tenemos que ponernos del lado de la buena conciencia y no atacarla con argumentos. Cada vez que se encienda una lucecita de advertencia en nuestro corazón tenemos que atenderla.

¿COMO PODEMOS SER RENOVADOS DE NUESTRA MENTE?
• Tener un encuentro genuino con Jesús.
• Practicar una comunión diaria con El, en Lectura de la Palabra y Oración.
• Desechar todo pecado que nos asedia.
• No hacer caso a la crítica destructiva.
De cada uno de nosotros depende si dejamos que el enemigo ataca nuestra vida a través de cauterizar nuestra conciencia o si renovamos diariamente nuestra mente en el Señor.
Si queremos vivir una vida que de verdad agrade a Dios debemos de examinar nuestra vida y compararla con lo que la Biblia dice, de esa manera vamos a obtener el favor de Dios y seremos una completa bendición en TODO lo que hagamos.

Siempre se hace la pregunta, cuando vemos una acción atroz de un ser humano ¿Sera que no tiene sentimientos? La verdad es que si los tiene, pero sucede igual que cuando un paciente es anestesiado para operarlo, entra en un estado de inconsciencia y aunque le extirpen un tumor, le amputen un miembro, etc. etc. mientras este bajo los efectos analgésicos no sentirá nada. Las personas van acumulando en su fuero interno resentimiento, malas experiencias y una gran cantidad aversión por los que les han ocasionado dolor y angustia, estas capas superpuestas una detrás de la otra obran como un aislante, igual que pasa con la corriente eléctrica cuando se encuentra con un material que no es conductor de la electricidad, no permiten que fluya.
De esa manera se anulan los sentimientos y se adentra en una condición que se llama: conciencia cauterizada. ¿Qué es una conciencia cauterizada? Cauterizar significa: curar una herida quemándola con un instrumento específico o una sustancia cáustica.   
En la antigüedad la ciencia estaba muy limitada y los antibióticos (la penicilina) no había sido descubierta, por lo que ante la infección de una herida se recurría al método muy poco ortodoxo, pero efectivo de usar un cautín aplicándolo sobre ella, el cual consistía en un trozo de metal que se calentaba al rojo vivo, se puede suponer lo traumático y doloroso de la medida, pero era la única alternativa efectiva contra esta clase problema, daba como resultado acabar con la infección, trayendo como consecuencia que el tejido donde era aplicado se moría quedando completamente insensible.
A la conciencia de tanto saturarla de bajas pasiones le ocurre lo mismo, se insensibiliza y muere, por lo cual no siente, está completamente imposibilitada de tener sentimientos, para ella el dolor y la tragedia ajena solo son el combustible para avivar mas el deseo insaciable de hacer malignidades ¿nos podemos imaginar hasta dónde puede llegar una persona sin sentimientos?
Esta muerte de la conciencia tiene como causa principal el entenebrecimiento de la mente, que a su vez es producido por la ausencia total de valores morales y espirituales, este es un estado de putrefacción mental donde la carencia espiritual es el motor principal que impulsa toda la maquinaria de la maldad.
La deformación de la mente y su entenebrecimiento, sin hacer especulaciones y menos un intento de teorizar, lo que es mi opinión, no basada en exhaustivos estudios de la conducta humana o en experimentos directos, sino en la observación y análisis del comportamiento de las personas, comienza en el mismo momento de la concepción y se acelera cuando el neonato abandona el seno materno y se enfrenta al inicio de una nueva etapa en su vida, cuando tiene que respirar por su propia cuenta y las nuevas circunstancias lo obligan a reaccionar para sobrevivir. Es allí donde comienza a ejercitarse en el arte de la supervivencia y por fuerza mayor recurre al truco innato y al único que por el momento tiene acceso, como es el de llorar para pedir ayuda para cada una de sus necesidades o de manipular para que sea tenido en cuenta. La respuesta que den los progenitores o los encargados de la crianza formara la base para la estructuración de su conducta posterior.