jueves, 31 de enero de 2013

LAS 7 MENTIRAS MÁS COMUNES DE SATANAS EN EL CREYENTE.



LAS 7 MENTIRAS MÁS COMUNES DE SATANAS EN EL CREYENTE.

Desde luego que Satanás tiene más que siete mentiras, es rico en engaños y estafas. Pero lo que quiero destacar aquí es que estas mentiras están dirigidas especialmente a quienes todavía no son salvos. Es a esos a los que Satanás más usa. Recordemos lo que dijo Jesús, de cómo el diablo se especializa en la mentira y el engaño:  (Jn. 8:43, 44).43 ¿Por qué no entendéis mi lenguaje? Porque no podéis escuchar mi palabra. 44 Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira. 
Este tema está dirigido muy especialmente a las personas que escuchan el evangelio, porque es a esos a quienes Satanás les ofrece muy buenas excusas. Vuelvo a repetir, el diablo tiene más que siete mentiras, pero sólo vamos a examinar esas que emplea con mayor frecuencia, ya que el espacio no nos permite más.
I. POSPONER LAS COSAS «Todavía no, después lo haré»
Satanás no siempre puede mantener a su víctima alejada de la Palabra de Dios. Es bastante común que el hombre o la mujer pecadores, asistan a la iglesia, oren o alaben a Dios, lean la Biblia o alguna literatura cristiana. Todo esto bien puede llevarlos a decidirse por Cristo y escapar de las garras del tirano, “padre de mentira”. Es entonces, cuando el pecador se expone a la Palabra, que Satanás pone a funcionar su arsenal de excusas, cuando nota que el pecador está decidiendo o que se está dando cuenta de que ha llegado el momento de arrepentirse, confesar sus pecados y depositar su fe en Cristo para ser salvo por su gracia. Es entonces cuando este mentiroso le dice al oído: «Está bien, todo es verdad, estás perdido, todo lo que has oído o leído es cierto, pero... déjalo para otro día, mañana por ejemplo, podrás convertirte».
Lo que Satanás no le dice a este pecador, es que está por cometer el pecado de presunción. Porque con una actitud así, el pecador pretende tener dominio sobre su vida. Es como si dijera: «Ya tendré oportunidad mañana, dentro de una semana, dentro de un mes, etc.» Satanás sabe que cualquier tiempo que el pecador le conceda, aunque sean unas horas, puede ser suficiente para alejarlo definitivamente de su inquietud espiritual.
Si usted ha caído en esta trampa, quiero que antes de hacerle caso al diablo, recuerde estas advertencias bíblicas: (Heb. 3:7, 8). “Por lo cual, como dice el Espíritu Santo: Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones, como en la provocación, en el día de la tentación en el desierto” (Heb. 3:13). “Antes exhortaos los unos a los otros cada día, entre tanto que se dice: Hoy; para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado” (Heb. 3:15) “Entre tanto que se dice: Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones, como en la provocación”. (Heb. 4:7).  “Otra vez determina un día: Hoy, diciendo después de tanto tiempo, por medio de David, como se dijo: Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones” (2 Co. 6:1, 2). “Así, pues, nosotros, como colaboradores suyos, os exhortamos también a que no recibáis en vano la gracia de Dios. Porque dice: En tiempo aceptable te he oído, y en día de salvación te he socorrido. He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación”  
Todas estas advertencias son para que el pecador no posponga su decisión. Advierten del serio peligro que hay en ello. Puede sobrevenir una muerte inesperada que acabe así con cualquier oportunidad, Dios tiene el poder para endurecer el corazón del pecador al punto que ya no le es posible tomar una decisión: (2 Ts. 2:11, 12). “Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira, a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia”
Es posible también que la Iglesia sea arrebatada, entonces ya será tarde cualquier intento de salvación. Vemos entonces que a Satanás le interesa muchísimo que el pecador posponga su decisión, porque «Mañana» bien puede ser «Nunca».
II. «Debo estar seguro de que podré ser fiel»
Es común escuchar esto. Hay quienes dicen: «Bueno, una cosa así hay que tomarla con calma, porque intentar ser cristiano en una forma precipitada y luego no poder cumplir, ¡sería como burlarse de Dios!»
Veamos lo que dice en Hechos 16:27-34: Todo esto lo dice la Biblia, pero supongamos que el carcelero hubiera querido “estar seguro de poder cumplir” y por ello hubiera entablado la siguiente conversación con Pablo y Silas: “Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo?” Y luego, al oír la respuesta hubiera dicho: «Bueno, permítanme pensarlo bien. Tengo esposa e hijos, tengo amigos y superiores. Primero debo estar bien seguro de que mi familia me acompañará en esta nueva fe... Esto es algo muy serio, no se puede jugar con Dios. No quiero fracasar, quiero emprender ese camino cuando esté totalmente seguro de poder cumplir con los mandamientos de Dios».
Parecen lógicas las supuestas reflexiones de este hombre. Pero... ¿Puede uno estar en una condición de mayor fracaso y peligro que vivir sin ser salvo? Si un profesional quiere cambiar de profesión, es bueno que primero haga cuentas. Si ya tiene una profesión, no sería prudente renunciar a ella por algo incierto. Pero... ¿Qué puede perder un pecador, sino el pecado?
El pecador no tiene por qué preocuparse de no poder cumplir, cuando Jesús dijo: “Consumado es...” (Jn. 19:30). Él consumó, cumplió y concluyó nuestra salvación. También dijo: “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano” (Jn. 10:27, 28).
Jesús no dice: «Mis ovejas DEBEN oír mi voz», porque los salvos lo están haciendo.
Jesús no dice: «Mis ovejas DEBEN seguirme», sino “me siguen”.
Jesús no dice: «Mis ovejas DEBEN tener vida eterna», sino “yo les doy vida eterna”.
Jesús no dice: «Mis ovejas NO DEBEN perecer jamás», sino “no perecerán jamás”.
Jesús no dice: «Mis ovejas DEBEN permanecer en mi mano», sino “nadie las arrebatará de mi mano”.
III. «¡Es que hay tantas religiones!»
La tercera mentira de Satanás consiste en confundir al pobre pecador haciéndole ver que hay demasiadas religiones. Realmente, la fábrica de todas las religiones es supervisada por el diablo. Es cierto que las hay, y muchas, así ha sido siempre, pero Jesús nunca se refirió a religión alguna cuando habló de la salvación y de la vida cristiana. Cuando les habló a los religiosos de su tiempo, les reprochó por su hipocresía; así se halla registrado en el capítulo 23 de Mateo.
Jesús no era un religioso, fue incluso acusado por los escribas y fariseos porque se juntaba con mucha gente y denunciaba las apariencias de los religiosos. Los apóstoles no eran religiosos, tampoco los profetas. Mas bien fueron perseguidos por ellos. No solamente hay muchas religiones. Pero cuando se trata de la salvación del pecador, Jesús dice: “Y sabéis a dónde voy, y sabéis el camino. Le dijo Tomás: Señor, no sabemos a dónde vas; ¿cómo, pues, podemos saber el camino? Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (Jn. 14:4-6).
Pedro, hablando de Jesús dijo: “Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo. Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos” (Hch. 4:11, 12).
¿Quiere llegar al cielo? Jesús es el camino.
¿Quiere estar en la verdad? Jesús es la verdad.
¿Quiere tener vida eterna? Jesús es la vida eterna.
¿Quiere salvación? En ningún otro hay salvación, sino solo en Jesús.
Dios no le pide cuentas de por qué hay tantas religiones. Dios no le exige que escoja una religión, la verdadera, entre tantas. Muchos años antes de Cristo, Dios, hablando por boca de Isaías y refiriéndose al único camino de salvación, dijo: “Entonces tus oídos oirán a tus espaldas palabra que diga: Este es el camino, andad por él; y no echéis a la mano derecha, ni tampoco torzáis a la mano izquierda. Entonces profanarás la cubierta de tus esculturas de plata, y la vestidura de tus imágenes fundidas de oro; las apartarás como trapo asqueroso; ¡sal fuera! les dirás” (Is. 30:21, 22).
IV. «No creo que Dios me perdone»
Son muchos los pecadores a quienes Satanás les ha dicho: «Eres demasiado pecador, ya no tienes salvación, Dios jamás te perdonará. El cristianismo es para esos que son morales, buenos, intachables y limpios». Nunca olvide que estos pensamientos son el producto del mentiroso y padre de mentira. No necesitamos más que ver la clase de gente con que Jesús trató y cómo les ofreció salvación aun a los peores pecadores. Tomemos dos ejemplos de la Biblia:
Zaqueo: La historia de este hombre y su encuentro con Jesús se halla en Lucas 19:1-10. Dice la Biblia que era un cobrador de impuestos y que era de baja estatura, que deseaba ver personalmente a Jesús, y finalmente, que quería verlo secretamente. Cuando Jesús le dijo que se bajara del árbol en que estaba subido, porque él mismo iría a posar en su casa, lo hizo de inmediato y le ofreció gozoso su hogar. Fue tan grande el impacto que hizo Jesús en la vida de este hombre, que dijo: “...He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado. Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa; por cuanto él también es hijo de Abraham. Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido”(Lc. 19:8-10). Jesús dijo públicamente en la casa de Zaqueo, que su misión era buscar y salvar a los pecadores. Hasta la fecha, él sigue buscando a los pecadores para salvarlos: “Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, al arrepentimiento” (Mt. 9:13b).
Una mujer pública: En Juan 8:1-11, Juan registra un incidente singular entre Jesús y unos religiosos que hallaron a una mujer pecadora. Pero note que Jesús no cuestionó las acusaciones de ellos. No dijo que esa mujer no era pecadora, que «todos adulteran», sino solamente manifestó: “El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella”(v. 7).
¿Sabía usted que entre ellos había uno sin pecado, pero que no arrojó esa piedra? ¿Recuerda el nombre de ese hombre sin pecado? ¿Recuerda lo que ese hombre sin pecado dijo después de hacer la invitación?: “Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más” (vs. 10, 11).
V. «Yo no soy tan malo»
Así somos los humanos, mientras unos se consideran demasiado pecadores, otros piensan que son demasiado buenos, santos, piadosos y que en realidad no necesitan de Dios, ni del perdón de sus pecados ni del sacrificio de Cristo ni nada de eso. Satanás es el dueño de ambas mentiras. No todos son muy malos, ni todos muy buenos. Él tiene suficiente argumentos para ambos grupos. Hay quienes dicen: «Siempre voy a la iglesia». «Siempre doy diezmos y ofrendas y ayudo a los pobres». «No insulto, ni critico a nadie, no busco pleitos». «Hago ayunos, cumplo con mis promesas, oro todos los días y ando bien con todos». Pero la Biblia dice que todos somos malos y pecadores: “Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios”(Ro. 3:23).
Aunque usted tenga buen carácter, ayude a otros y no hable mal de nadie, a pesar de todo es pecador. Incluso es probable que se sienta mejor que los demás y que crea que su vida agrada a Dios. Entonces le recomiendo que lea todo el capítulo 10 del libro de Hechos de los Apóstoles, allí verá una figura insuperable en cuanto a la conducta, pero que no era salvo. La cuestión no es si uno es bueno o es malo, la cuestión radica en si la persona es salva o no, tal como dijera el Señor Jesucristo: “A unos que confiaban en sí mismos como justos, y menospreciaban a los otros, dijo también esta parábola: Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro publicano. El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano; ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano. Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba al pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador. Os digo que este descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido” (Lc. 18:9-14).
VI. «No entiendo la Biblia»
Satanás suele meter en la cabeza de las personas la mentira de que la Biblia no se puede entender. Ciertamente hay algo de verdad en esto, porque tampoco los ciegos pueden distinguir los colores. Las personas que no pueden entender la Biblia es porque no son salvas. Pero usted no tiene que comprender la Biblia para ser salvo, porque después la entenderá. Lo importante es que la Biblia sí le entiende a usted y lo describe con detalles sorprendentes. Mientras no sea salvo, no va a comprenderla: “Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie. Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo”(1 Co. 2:14-16).
El Espíritu Santo que asiste al creyente regenerado, no lo hace con el pecador no regenerado: “Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir” (Jn. 16:13).
(1 Co. 2:12, 13). leemos: “Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual Sería extraño que una persona no regenerada pudiera entender bien las Escrituras e interpretarlas correctamente. Sería como si un ciego de nacimiento, en su condición de invidente, distinguiera los colores. Si el inconverso no entiende la Biblia, ¡es simplemente natural, es bíblico, así debe ser!
VII. «Temo el ‘qué dirán’»
Hay innumerables personas que no aceptan a Cristo, no porque no sientan el deseo y la necesidad, lo que ocurre es que tienen vergüenza de hacerlo porque saben que sus familiares y amigos se burlarán de ellos. El mundo presente está bajo el dominio de las tinieblas, predomina el pecado. Por lo cual, todo intento de escapar de semejante vida, es visto como fuera de lo común.
Jesús, hablando de esto en cierta ocasión, dijo: “Porque el que se avergonzare de mí y mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, el Hijo del Hombre se avergonzará también de él, cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles” (Mr. 8:38).
En la actualidad no es nada popular ser cristiano. En algunos círculos es realmente motivo de vergüenza declararlo. Pero los papeles cambiarán, llegará el día que el Salvador vendrá con sus santos ángeles y destacará a unos y rechazará a otros.

ESTE ES EL GOBIERNO APOSTOLICO


SERÁ QUE DIOS EXISTE? TE LO PREGUNTASTE ALGUNA VEZ?


miércoles, 30 de enero de 2013

HOMOSEXUALES EN LA IGLESIA

Este ha sido un tema tabú en las congregaciones porque en realidad no se sabe que es lo correcto a responder, sin embargo, la palabra de Dios tiene también la respuesta a este tema.
En primer lugar, es necesario definir el nivel de autoridad de la Palabra de Dios, la cual hasta ahora para la mayoría de los creyentes es absoluta y es inerrante, (no hay error).
En segundo lugar definir, que Dios es omnisciente, omnipotente, (además de muchos otros atributos), no se equivocó al crear al ser humano sino que es amor y nos ha hecho objeto de su amor.
En tercer lugar, que el hombre (no arrepentido) en su carne está esclavizado por el pecado, por lo tanto vive para satisfacer su sensualismo.
En cuarto lugar, es necesario afirmar que el homosexualismo es un pecado como cualquier otro, matar, robar, mentir, adulterar, fornicar, chismear (entre toda la gama).

Entonces que dice la Biblia sobre el homosexualismo?
Levítico 18:22 No te echarás con varón como con mujer; es abominación.
Levítico 20:13 Si alguno se ayuntare con varón como con mujer, abominación hicieron; ambos han de ser muertos; sobre ellos será su sangre.
Deuteronomio 23:17 No haya ramera de entre las hijas de Israel, ni haya sodomita de entre los hijos de Israel.
Romanos 1:26 Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, 27 y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío.
1 Corintios 6:9 ¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, 

ESTAS SON LAS CONSECUENCIAS
2 Pedro 2:6 y si condenó por destrucción a las ciudades de Sodoma y de Gomorra, reduciéndolas a ceniza y poniéndolas de ejemplo a los que habían de vivir impíamente,
Judas 7 como Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que aquéllos, habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza, fueron puestas por ejemplo, sufriendo el castigo del fuego eterno.

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA DEL PECADO
El hombre desde el paraíso, siempre está buscando un culpable de su desgracia, y como no ha podido encontrar a quien, entonces se vuelve y culpa a Dios, en estos términos, Dios se equivocó, yo debi nacer mujer, pero me tocó cuerpo de hombre, o debi nacer hombre y me tocó cuerpo de mujer. Nada mas lejos de la realidad.
La palabra de Dios siempre tiene la respuesta y la encontramos en Romanos 1:18-32
1. 18-20. NO TIENEN EXCUSA, una cosa es la homofobia y otra cosa es la permisividad al pecado, la iglesia cristiana, no es ni debe ser homófoba, pero tampoco permisiva con el pecado, los homosexuales son y serán bienvenidos siempre y cuando en su corazón se arrepientan de su pecado (arrepentimiento genuino)
No hay ni debe haber ninguna posibilidad de que se integren a la iglesia y sigan practicando su pecado.
Por supuesto la iglesia está en el deber de asistir, asesorar, acompañar al hermano mientras éste manifieste su intención de cambio.
2. 21-25 NO HAN RENDIDO SU CORAZÓN A DIOS. el homosexualismo es igual a cualquier otro pecado y a cualquier otra adicción, por ejemplo los drogadictos son bienvenidos a la congregación pero no se tolera que sigan consumiendo, el ladrón será recibido, pero no debe seguir robando, igual con las demás formas de pecado, estamos en la obligación de conducir a tales hermanos a que rindan su corazón delante de Dios.
3. 26-31 DIOS LOS ENTREGÓ A UNA MENTE REPROBADA, Mientras haya vida en el ser humano, hay oportunidad de arrepentimiento, cualquier persona puede tener la adicción más atroz, y si quiere puede salir del infierno en el que está viviendo, y la única manera es RENUNCIANDO a todo lo que lo condujo a tal estado, Dios no es el culpable del pecado, solo es culpable la persona que cometió un pecado, luego otro y otro y eso se convierte en una cadena. NADIE NACE HOMOSEXUAL, Dios no se equivocó, no hay genes homosexuales, pero toda persona tiene la oportunidad de cumplir el propósito de Dios en su vida.
4. 32 MUCHACHOS ARREPIENTANSE AHORA, mientras hay vida hay oportunidad, una vez muertos ya no hay ninguna posibilidad, no es facil, es un largo camino, pero es necesario que den el primer paso hoy mismo, tal vez mañana sea tarde.
Respuesta a http://www.desarrollocristiano.com/articulo.php?id=2571
 

viernes, 25 de enero de 2013

¿NECESITAS UN MILAGRO DE DIOS?



¿TE ENCUENTRAS ENFERMO(A)?
TE INVITO A QUE REPITAS ESTA ORACION
Señor Jesús, me resulta difícil orar por esta enfermedad que me aqueja, pero de todo corazón te ruego que me escuches y me respondas, necesito un milagro de sanidad para mi cuerpo, creo firmemente que tu llevaste toda enfermedad en la cruz del calvario y que tienes el poder y la autoridad para sanar toda enfermedad y dolencia, yo quiero esa sanidad y la acepto, perdóname Señor por no ser fiel y obediente a tu palabra y enséñame a hacer las cosas de acuerdo con tu voluntad y propósito para mi vida. Tu eres mi sanador y salvador y quiero seguir viviendo para ti.
Gracias  por este precioso milagro de sanidad que trae paz a mi corazón. Amén.

¿TE SIENTES DEPRIMIDO(A)?
TE INVITO A QUE REPITAS ESTA ORACION
Señor Jesús, sé que no debo sentir temor, pero lo siento, he permitido que mi vida se llene de dudas e incertidumbre, a veces pienso que mejor sería estar muerto, pero luego hay una fuerza que no me permite causarme daño, creo que esa fuerza eres tú, es tu mano de amor y misericordia, hoy te ruego que como lo has hecho siempre me sostengas en tus brazos, me levantes con tu gran poder y sanes mi alma herida, te ruego que  saques de mi toda tristeza y depresión, te ruego que expulses de mi vida toda influencia maligna que me daña, hoy acepto tu paz y tu perdón y me vuelvo a ti para que me consueles y me alientes, gracias por escucharme y gracias por cambiarme, gracias por llenar mi corazón de tu gozo y de tu paz. Amén.

¿ESTAS AHOGADO(A) POR LAS DEUDAS?
TE INVITO A QUE REPITAS ESTA ORACION
Señor Jesús, he cometido muchos errores financieros, he malgastado todo lo que me has proporcionado, he invertido en malos negocios, y hoy me encuentro en muchas dificultades económicas, te pido perdón por mis pecados y te suplico que me saques de todas estas deudas que me asfixian, enséñame a manejar el dinero, detenme de los gastos innecesarios,  provéeme lo suficiente para vivir en paz y en bendición, oro por mis acreedores, para que tengan paz, y para que  me ayuden a pagarles todo cuanto les debo, te doy gracias por escucharme, perdonarme y sobre todo por abrirme puertas de solución a todos mis problemas. Gracias Señor Jesús, te amo, Amén

Cualquiera que sea la situación que estés pasando, te invito a que leas y reflexiones un poco en el Salmo 103.

Dios te bendiga grandemente y si necesitas más apoyo, puedes llamarme al Celular 312 445 86 84, en Colombia.

jueves, 24 de enero de 2013

LAS CONSECUENCIAS: DIOS CASTIGA, DIOS PERDONA



LAS CONSECUENCIAS: DIOS CASTIGA, DIOS PERDONA
Lamentaciones 3:19-24, 31-40
Idea principal: A pesar de que Dios castiga justamente el pecado, el perdón de Dios todavía está disponible.
Pregunta para la vida: ¿He hecho algo tan terrible que Dios no puede perdonarme?
QUÉ DICE LA BIBLIA
El Libro de Lamentaciones es una colección de canciones o poemas lamentando la pérdida del templo
y de la tierra. Los primeros cuatro capítulos son poemas acrósticos (cada pensamiento nuevo comienza con la próxima letra del alfabeto hebreo). La intención del libro era animar al pueblo a aceptar el castigo de Dios y a mantener la esperanza y la fe por el mañana.
Esperanza sobre la depresión (Lamentaciones 3:19-24)
3:19. Esta porción del libro es un lamento individual. El autor estaba preocupado con su propia situación. Sin embargo, su lamento tenía un significado especial para los israelitas. Ellos usarían este escrito para recordar esta parte de su historia. El autor recordó de dónde había venido y los tiempos difíciles de su pasado. La depresión viene con frecuencia cuando enfocamos en las cosas malas en nuestro pasado.
3:20-21. Recordar las cosas desagradables en su pasado causó que el autor experimentara depresión. Con frecuencia, la razón por la que tratamos de olvidar los tiempos malos de nuestro pasado es para evitar los sentimientos negativos que acompañan a estos recuerdos. Sin embargo, recordar los malos tiempos en el pasado también le dio esperanza a Jeremías
3:22. Jeremías experimentó la gracia y el amor de Dios aún cuando se sentía que era “consumido” por sus calamidades. En medio de ser castigados, el reconoció la compasión de Dios.
3:23. Las “bondades” de Dios son nuevas y frescas “cada mañana”. Su amor está presente para que lo experimentemos cada día. Tristemente, muchos creyentes piensan que ellos experimentan el amor de Dios solamente el día en que llegan a ser cristianos.
3:24. Según el profeta reflexiona en todo lo que él y la comunidad habían perdido (tierra, templo, orgullo, familias, etc.) él confesó que “todo lo que tenía”, o todo lo que él necesitaba, podía encontrarse en Jehová. A pesar de que la provisión abundante todavía no era visible en ese momento, el autor estaba dispuesto a “esperar en Él”. Si de verdad ponemos toda nuestra confianza en Dios hoy, debemos estar dispuestos a esperar que Dios se convierta en todo lo que necesitamos.
QUÉ ME DICE LA BIBLIA
Todos nosotros podemos mirar hacia atrás en el pasado y ver cosas que lamentamos o que nos entristecen. Sin embargo, si decidimos morar en los recuerdos de cómo Dios estuvo con nosotros durante esos tiempos difíciles, entonces tendremos esperanza para la próxima vez que experimentemos dificultades similares.
Qué dice la Biblia a los jóvenes
Los jóvenes pueden sentir que no son amados. Ellos necesitan comenzar cada nuevo día con la plena confianza de que Dios los ama en ese día en particular y que el amor, la misericordia, y la compasión de Dios les acompañará el día entero.
Compasión sobre la aflicción (Lamentaciones 3:31-36)
3:31-32. Cuando Dios lleva castigo a un individuo o nación, parece ser como si hubieran sido “rechazados.” Da la impresión como si Dios los hubiera abandonado para siempre. Sin embargo, estos versículos nos aseguran que ese sentimiento no durará para siempre. El Dios que causa aflicción también trae compasión. 3:33. Dios no lleva aflicción o castigo por antojo o maldad. Dios es justo, y nosotros merecemos el castigo que Dios trae.
3:34. “Aplastar bajo el pie a todos los prisioneros de la tierra” es algo que Dios no hará. Esta es la manera para el profeta decir que Dios no nos castiga para destruirnos. Cuando uno es un prisionero, uno pierde todos los derechos, toda dignidad y toda esperanza. “Aplastar” a una persona en tal estado sería un tanto fácil. Sin embargo, la meta de Dios no es destruir.
3:35. Dios siempre está dispuesto a escuchar el clamor de quienes están desamparados y en necesidad. A pesar de estar siendo castigados, todavía tenemos acceso al trono y la misericordia de Dios. Si Dios dejara de escucharnos, ese sería el más cruel de los castigos.
3:36. Maltratar a los prisioneros y negarles sus derechos y justicia no está en el carácter de Dios. El profeta pregunta, en esencia, Si Dios hizo eso, ¿no se daría cuenta cuán fuera de su carácter está? A pesar de que el autor pueda pensar de que está siendo maltratado y que se le han negado sus derechos humanos más básicos, él expresó esperanza en que Dios no permitiría que esto continuara.
Qué me dice la Biblia
Tenemos la tendencia a enfocar en las dificultades y no en la compasión. Tendemos a ver solamente lo malo y no lo bueno. ¿Cómo le ha sostenido el “amor de Dios” durante un tiempo de crisis o calamidad? ¿Ha ejercitado su “derecho” a ser escuchado por Dios, aún cuando usted sienta que Dios no le está escuchando?
Qué dice la Biblia a los jóvenes
Algunos jóvenes tienen la tendencia a aprovecharse de otros mientras están caídos. Muchas veces, usan el chisme y los rumores para aprovecharse de los que son débiles. Aplastar a otros a veces parece ser la norma. Si está fuera de carácter para Dios actuar como esto, debiera estar fuera de carácter para los hijos de Dios también.
Examen sobre quejarse (Lamentaciones 3:37-40)
3:37. El profeta está de acuerdo con que todo el castigo que le ha sucedido personalmente o a Judá como nación había sucedido porque se lo merecían. Dios no había sido injusto al castigarlos por su pecado.
3:38. Ambas las “buenas cosas” y las “calamidades” vienen de Dios. El contexto de este versículo es importante. El profeta se estaba refiriendo al castigo que él y la nación se merecían, no a la maldad en general. Las “calamidades” referidas aquí eran la destrucción de la tierra y la deportación a un país extranjero. Esto no era una maldad sin sentido, sino un castigo directo de parte de Dios. El mismo Dios que les había dado bendiciones y promesas también enviaba el castigo.
3:39. En vez de quejarnos acerca del castigo de Dios, debiéramos quejarnos a nosotros mismos por el castigo que conduce a la disciplina divina. ¿Qué derecho tenemos a quejarnos acerca de lo que nos merecemos? Nuestra sociedad nos estimula a culpar a alguien más cuando las cosas salen mal. Aún cuando los cristianos están siendo castigados, tendemos a culpar a otros por el castigo.
3:40. El llamado del profeta al auto examen por los israelitas nos aplica a nosotros hoy también. Dios disciplina a sus hijos para enseñarnos algo y acercarnos a Él. Si no aprendemos nada después del castigo, entonces repetiremos los mismos pecados.
Qué me dice la Biblia
Una razón por la que no consideramos a ciertos eventos como castigo es porque tendríamos que admitir que hicimos algo malo. Siempre es más fácil culpar a otra persona en vez de a nosotros mismo. ¿Ha confesado y pedido perdón por la actividad que condujo a la disciplina? ¿Qué lecciones aprendió? ¿Está más cerca de Dios hoy como resultado de la disciplina de Dios?
Qué dice la Biblia a los jóvenes
A muchos jóvenes no les gusta examinarse con el tipo de escrutinio procurado en el versículo 40. Ellos tratan de experimentar el avivamiento y la renovación sin la contemplación y la reflexión personal necesarias. Los jóvenes tienen que aprender la importancia de tomarse el tiempo para evaluar sus acciones y actitudes y observar cómo Dios disciplina a quienes no viven en santidad.